Antes de ver cómo funciona internamente la batería de un vehículo eléctrico, conviene saber las principales diferencias entre un vehículo eléctrico y un vehículo con motor de combustión interna (ICE). Puede que no te interese, pero al menos tendrás algo de lo que hablar con el mecánico la próxima vez que pases la ITV.
Si ponemos un vehículo eléctrico al lado de uno con motor de combustión interna, no apreciaremos grandes diferencias: cuatro ruedas, un techo, un maletero y puertas, vaya, lo que viene a ser un coche normal. Las diferencias se aprecian al abrir el capó.
Los vehículos de gasolina y diésel tradicionales utilizan un motor de combustión interna (ICE) para quemar combustible, lo cual genera energía para hacer girar las ruedas. Este proceso es ruidoso, utiliza muchas piezas móviles y depende de la quema de combustibles fósiles.
Todos sabemos que la quema de combustibles fósiles (como el petróleo) produce dióxido de carbono (CO2), pero por el tubo de escape salen otros gases igual de desagradables, ¿sabes cuáles son? Estos gases no son buenos ni para el medio ambiente ni para tu salud:
Óxidos de nitrógeno (NOx): son un conjunto de gases que se generan durante el proceso de combustión; el más importante es el monóxido de nitrógeno (NO). Estos gases son muy reactivos y contribuyen a la contaminación del aire y a las nieblas tóxicas que se producen en las ciudades.
Dióxido de azufre (SO2): un gas incoloro pero irritante que resulta perjudicial para los pulmones. Cuando se quema el SO2, se produce ácido sulfuroso, el cual provoca lluvia ácida y nieblas tóxicas.
Monóxido de carbono (CO): un gas incoloro e inodoro, y muy tóxico para los seres humanos. Aunque los motores de combustión interna modernos solo producen una pequeña cantidad, los riesgos y síntomas asociados con la intoxicación por CO pueden ser graves.
Benceno (C6H6): un gas muy inflamable, volátil y con un olor dulce. Aunque el benceno está presente de forma natural en la gasolina y el diésel, la exposición prolongada a este compuesto puede provocar anemia y leucemia.
En esta lista faltan muchos gases más. Los motores de combustión interna producen muchos más gases nocivos, pero ¿qué pasa con los vehículos eléctricos? ¿Acaso no contaminan?
Como era de esperar, los vehículos eléctricos son mucho mejores para el medio ambiente y la salud de las personas. Los vehículos eléctricos carecen de motor de combustión y de tubo de escape, así que no emiten gases contaminantes y son mucho más eficientes. Así da gusto respirar.
¿Y eso cómo puede ser?
Para encontrar la respuesta a esta pregunta, hay que fijarse en la fuente de alimentación de un vehículo eléctrico: la batería.