Ya hemos hablado de los mecanismos internos de los vehículos eléctricos, pero ¿qué hay de otros factores que afectan a la eficiencia?
Temperatura ambiente
¿Sabías que la temperatura óptima de las celdas de las baterías de iones de litio oscila entre los 15 y los 45 °C? En España, las temperaturas tienen de media 6 - 14 °C en invierno, es decir, 1 - 9 grados menos de lo necesario para que una batería de litio funcione de forma óptima. Debido a la cinética interna de la celda de la batería, las temperaturas más bajas ralentizan la reacción química.
¿Qué consecuencias tiene esto? La autonomía se reduce un 10-15 %.
Sin embargo, hay muchas formas de contrarrestar esta reducción de la autonomía. Para obtener más información, consulta nuestro blog: ¿Cómo afecta la temperatura a la capacidad de la batería de un vehículo eléctrico?
Carga útil/peso
Lo mismo ocurre con los coches de gasolina y diésel: cuanto más pesado sea el vehículo, más energía necesitará para ponerse en marcha. Afortunadamente, a menos que su carga útil sea inusualmente elevada, no debería haber demasiado efecto en la autonomía de la batería.
Antigüedad de la batería
Al igual que la mayoría de las baterías recargables, el rendimiento disminuirá con el tiempo, pero no se puede comparar la batería de un vehículo eléctrico con la batería de un teléfono móvil. Las baterías de los vehículos eléctricos son resistentes y los fabricantes de automóviles están dispuestos a cubrirlas en garantía, normalmente durante unos ocho años o 160.000 km. Dicho esto, cada vez más vehículos eléctricos están demostrando que mantienen su buen rendimiento durante más de 8 años y, con el avance de las baterías de estado sólido, muy pronto veremos que las baterías de los vehículos eléctricos mantienen su máxima optimización durante 30 años. Esto también afectaría a la autonomía de un vehículo eléctrico, ya que algunas investigaciones prevén un aumento de aproximadamente un 50 %.
Aceleración brusca (resistencia al viento y calidad de la carretera)
¿Sabías que los coches de gasolina y diésel son más eficientes a 70-80 km/h? En comparación, los vehículos eléctricos no tienen una velocidad de conducción óptima. Al estar fabricados sin motor de combustión, funcionan con una transmisión de una sola marcha, lo que significa que el par (potencia) completo está disponible al instante, a diferencia de los coches de gasolina y diésel, que necesitan acelerar (quemar combustible) para obtener más potencia.
Sin embargo, al igual que en los coches de gasolina y diésel, la potencia para mover un vehículo eléctrico aumenta cuanto más rápido vaya, ya que tiene que contrarrestar la resistencia al viento.
Moraleja de la historia: cuanto más suave conduzcas, más lejos llegarás.