La facilidad de uso es clave. Como ya se ha dicho, cuando la carga de vehículos eléctricos empezó a cobrar mayor importancia, muchas organizaciones instalaban cargadores en lugares de todo tipo sin un criterio definido. Esto provocó que muchas instalaciones estuvieran infrautilizadas, mientras que otras zonas carecían de recursos.
Gracias a nuestra experiencia en Noruega, en Mer sabíamos que teníamos que seleccionar con sumo cuidado la ubicación de los cargadores. Antes que cualquier otra cosa, hay que analizar la capacidad energética actual del emplazamiento, ya que sin energía no puede haber cargadores. Esto contribuye a que tanto el cliente como Mer comprendan los requisitos presupuestarios y laborales del proyecto.
En segundo lugar, examinamos el tráfico de la zona, lo que nos ayuda a determinar cuántos cargadores necesita el emplazamiento. No tiene sentido instalar muchos cargadores si no se van a utilizar, y no queremos saturar innecesariamente el espacio restante de estacionamiento.